La Periferia se va reduciendo a medida que vamos reduciendo nosotros nuestra capacidad de abrirnos al mundo.

El exceso de fijación en la vista, creado por pantallas, obsesiones y sobretodo estar demasiado en la mente, además el estrés y la confusión, son factores que ayudan a la pérdida de la periferia.

Hay un simple ejercicio que ayuda a recuperar la periferia y yo personalmente lo aconsejo cuando empezamos a usar las gafas reticulares. Ya que las reticulares trabajan la centralización del ojo, además del movimiento y el enfoque. Pero no trabajan la periferia.

Para ello necesitamos una lámina de cartón de color negro y recortamos las siguientes 3 medidas: 3,40 cm por 6,35 cm. 5,10 cm por 8,90 cm y 5,10 cm por 12,70 cm. Recortamos un celo de doble cara para que quede pegado en el centro de cada rectángulo que hemos recortado. Nos daremos cuenta de que si nos lo pegamos en la nariz, cada rectángulo tiene diferentes periferias. Lo importante es que al tener el rectángulo pegado a la nariz, podamos ver que la periferia está bien distribuida por todos los lados. Y el ejercicio se tendrá que hacer de manera que andemos sin observar la periferia sino mirando el cartón negro, es decir que al andar se mueve la periferia y esta conciencia de periferia hace que vaya recuperando los antiguos registros. Esto se puede encontrar en videos del enlace que tengo en la página web: «Reforzar la energía visual», u otros videos de YouTube.

También podemos utilizar el trabajo con el cartón negro para la periferia de un solo lado como sustituto del parche, es decir para estrabismo, ojo vago, diferencias de visión de un ojo con respecto al otro etc… Simplemente cortamos un cartón de la medida que creamos que es mejor, la más normal es 5 cm por 6 cm. Aquí tenemos que poner el celo doble en un lado, de manera que solo irá tapado un ojo. Evidentemente los tiempos se adecuaran a la problemática de cada uno, pero si lo utilizamos como sustituto del parche le haremos un favor al ojo, ya que no sentirá el agobio de no ver nada, sobretodo es bueno para los niños-as.

Este artículo está escrito por mí y lo iré actualizando periódicamente. De todas formas Neir Shneider en su libro yoga para tus ojos lo explica muy bien, incluso tiene un cd, para verlo mejor.